Duelo de revancha Reshevsky – Najdorf (Capítulo III)

por ChessBase
28/12/2009 – Juan Sebastián Morgado presenta las partidas 3, 4 y 5 del match Reshevsky – Najdorf, luego de las cuales el resultado favorece al gran maestro norteamericano 3:2. El hecho más remarcable de este segmento del encuentro ha sido la increíble ofuscación de Najdorf en la 5ª partida. A esta altura del encuentro, puede advertirse claramente la opuesta situación entre los diarios oficialistas y los independientes, como La Nación. En los primeros, se dedica gran espacio al match, ya que no tenían restricciones en el uso del papel, y en los segundos, se incluían apenas crónicas mínimas, ya que sus ediciones constaban de sólo 8 páginas. La tercera entrega del estudio de Juan Morgado...

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Duelo de revancha Reshevsky – Najdorf (Capítulo III)

Por Juan Morgado


A esta altura del encuentro, puede advertirse claramente la opuesta situación entre los diarios oficialistas y los independientes, como La Nación. En los primeros, se dedica gran espacio al match, ya que no tenían restricciones en el uso del papel, y en los segundos, se incluían apenas crónicas mínimas, ya que sus ediciones constaban de sólo 8 páginas.

3ª partida, 6 de junio de 1953

(3) Reshevsky,Samuel Herman - Najdorf,Miguel [E97]
Buenos Aires match Buenos Aires (3), 1953
[Juan S. Morgado]
1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.e4 d6 5.Ae2 0–0 6.Cf3 e5 7.0–0 Cc6 8.Ae3 Cg4 9.Ag5 f6 10.Ac1 Rh8 11.d5 Ce7 12.Ce1 f5 13.Axg4 fxg4 14.f3 gxf3 15.Cxf3 h6 [15...Cg8 16.Ag5 Cf6 17.Dd2 Ad7 18.Tf2² Sofrevski,J (2410) -Tringov,G (2490)/Skopje] 16.Ae3 Cg8 17.De1 Ag4 18.Dg3 Axf3 19.Txf3 Txf3 Aqui Najdorf ofrecio tablas, que Reshevsky rechazo. 20.Dxf3 Dd7 21.c5 a6 22.b4 Rh7 23.Tc1 Cf6? Un error sutil. Era necesario evitar el avance c6 de las blancas. [23...Tf8 24.De2 Cf6 25.c6 bxc6 26.dxc6 Dxc6!] 24.c6 bxc6 25.dxc6 De6 [25...Dxc6?? 26.Cd5+-] 26.a4 Db3 27.b5 axb5 28.axb5 Tb8 29.h3‚ Db4 [29...Txb5 30.Cxb5 Dxb5 31.Af2‚] 30.Rh2 Tf8?! 31.De2 Ta8? [31...Cxe4 32.Cd5 Da5 33.Ab6!±] 32.b6+- cxb6 33.c7 Tc8 34.Db5 Da3 35.Dxb6 Da8 36.Cb5 Ce8 37.Dc6 Da2 38.Db7 De6 39.Ca7 Txc7 40.Txc7 Cxc7 41.Dxc7 1–0
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El Líder

En el salón Presidente Perón juegan hoy Najdorf y Reshevsky

Contrariamente a lo dispuesto anteriormente, la 3ª partida del match no se realizará en el Club Argentino, sino que tendrá por escenario el salón de actos Presidente Perón de la Caja Nacional de Ahorro Postal, es decir, en el mismo lugar en que se jugaron las dos primeras partidas. [El Líder, 6 de junio de 1953]

La Prensa

Reshevsky en posición ganadora

En la 3ª partida correspondió iniciar el juego a Reshevsky, quien lo hizo con P4D, respondiendo el argentino con la Defensa India del Rey. Las primeras diez jugadas fueron iguales a las del primer cotejo, pero en ese momento Najdorf realizó una interesante innovación, pues en vez de colocar un caballo en tres torre, que en alguna ocasión le acarreó serios inconvenientes, jugó el rey a uno torre. A pesar de todo, el norteamericano mantuvo la iniciativa, y las negras se vieron obligadas a efectuar una delicada defensa en el flanco rey, produciéndose más tarde una fuerte presión de las blancas en el costado de la dama. En la jugada 20ª, Najdorf ofreció tablas, y Reshevsky no aceptó. La presión de las blancas siguió entonces en aumento, accionando Reshevsky en el flanco de la dama por medio del avance de sus peones. Najdorf se defendió con tesón, y en cierto momento realizó una combinación interesante, provocando el ataque de su dama, pero su adversario anuló el peligro. Finalmente Reshevsky, entregando un peón, quedó con otro libre en la columna de alfil dama, y luego ganó una pieza, suspendiéndose la partida en la jugada 41ª, en posición netamente ganadora para el estadounidense. [La Prensa, 7 de junio de 1953]  Najdorf abandonó sin continuar. El análisis muestra que Najdorf se equivocó en sus jugadas 23ª y 31ª.

Amílcar Celaya

Está virtualmente ganada por Reshevsky la 3ª partida del match

¡Este Reshevsky es un monumento de suficiencia! Cuando anoche, después de suspenderse la partida por el Campeonato Mundial de Occidente, no pudimos menos que felicitarlo por la magistral producción que realizó, nos respondió sin dar mayor importancia a su magnífica labor:—Sí, es una buena partida, pero no es una partida de la calidad de las que yo acostumbro a jugar—En el tranquilo laboratorio de su casa, Najdorf había estudiado muy bien la defensa que estaba empleando. Se dejó doblar tranquilamente un peón, seguro de que esa desventaja sería compensada por un fuerte ataque a la ciudadela del rey blanco, pero lo que no se le había ocurrido al Campeón Argentino en sus análisis caseros, se le ocurrió al maestro norteamericano sobre el tablero: permitir a las negras que se liberasen de su aparente desventaja teórica, para llegar a una posición seca y de peones inmóviles en el flanco rey. Esta posición seca, susceptible de hacer las delicias del jugador más aburrido del mundo, que es Reshevsky, era la más apropiada para desesperar los nervios de Najdorf. Por eso, el Campeón Argentino ofreció tablas en la jugada 20ª, y por eso, Reshevsky las rehusó. Materialmente, el norteamericano no tenía ninguna ventaja, pero técnicamente, las tenía todas.

Primero, el A de Najdorf quedaría confinado en su fianchetto, y no jugaría más en toda la partida, mientras el half de Reshevsky batiría con sus andanadas los dos flancos del tablero. Segundo, la posibilidad del norteamericano de atacar a su arbitrio en el flanco dama, mientras Najdorf, que nada podía hacer en el otro sector del tablero, debía resignarse a soportar el asedio blanco. Ése fue el carácter de toda la partida: Najdorf jugando prácticamente con una pieza menos –su malhadado alfil– y Reshevsky atacando a voluntad en el flanco dama.Todo el numeroso público que colmaba las instalaciones del salón Presidente Perón vio cómo inevitablemente ganaría Reshevsky. Lo vio éste y lo vio también Najdorf. Lo que habría de ocurrir era inexorable, y nada pudo hacer el Campeón Argentino para evitarlo.

En la partida de anoche no hubo emoción ni  alternativas: quien tenía que perder, perdió. Finalizada la sesión, interrogamos a los dos rivales. Lo que dijo Reshevsky ya lo anticipamos al comienzo de esta nota. Najdorf expresó:—Reshevsky jugó muy bien. Yo jugué mal— Anoche, con el fin de que los aficionados que no habían podido entrar al Salón de Actos por estar excedida la capacidad del local, y que tampoco se resignaban a permanecer en la calle Solís siguiendo en el tablero iluminado las alternativas de la lucha (N. de la R.: hacía mucho frío), pudieron contemplar el desarrollo de la partida en el club Argentino, que abrió sus puertas a todo el público que cupiera en sus salones. Allí se recibían directamente las jugadas, y se exponían, comentadas, a los numerosos aficionados. [Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, 7 de junio de 1953] 

Carlos Federico Juárez

Notable juego desarrolló anoche el maestro yanqui

La partida jugada anoche se convirtió en un duelo de análisis, un desafío terrible que alborotó el avispero, y levantó los más variados comentarios. Repitieron las primeras 9 jugadas de la 1ª partida, y Reshevky volvió a jugar la misma 10.A1A, pero Najdorf introdujo una modificación, y en lugar de 10...C3T jugó 10...R1T.El yanqui no cometió el error de jugar ahora 11.PxP, pues el C5C no podría ser desalojado sin crear una debilidad en el enroque. Todo había sido estudiado perfectamente por ambas partes, y lo que habían hallado en los análisis los reconfortaba en su optimismo. No se justificaba, de otro modo, que Najdorf entrara en un planteo ligeramente inferior, mas si lo hacía... ¡era por algo! Efectivamente, el Campeón Argentino previó esta posición hasta la jugada 13, y ella le satisfacía. ¿Por qué tuvo problemas a partir de la siguiente? Es que Reshevsky fue más lejos en sus análisis. Por eso, respondió sin meditar mucho 14.P3A!!, y aquí, con gran sorpresa, Najdorf pensó... ¡40 minutos! Eso revelaba que este golpe sencillo y claro no fue debidamente estimado. Tal vez creyó que eso daba para jugar por un empate. No era tal. Astutamente, su rival eliminaba el ataque contra el enroque, y mantenía el privilegio de la posición. ¡Todas las esperanzas de Najdorf se venían abajo! Recién aquí advirtió que tenía problemas. Nada podía hacer en el flanco rey, y en el otro el final favorecía a su adversario, quien prácticamente jugaba solo. El plan de Reshevsky era clarito: coronar ese peón. Y Najdorf no podía evitarlo. Por eso, jugó 28...T1CD!!, movida profunda y diabólica con la que preparaba una serie de maravillosas combinaciones. Por ejemplo: 29.A7T? TxP 30.T1CD? DxC 31.DxD TxT+ 32.R1A CxP+ y se gana la dama y la partida. Pero el astuto yanqui vio eso y mucho más, y eludió tranquilamente todas las variantes de sacrificio con la sencilla 29.P3T!, para poner a cubierto su rey, y explotar, sin inquietudes, su plan. Para Najdorf no quedaba más que entregar la calidad con 29...TxP 30.CxT DxC, luego de lo cuál puede intentar la ganancia del PR, a fin de liberar el ominoso AR, que hizo una sola jugada en toda la partida. No quiso hacerlo, y permitió que Reshevsky –quien le rechazara una propuesta de tablas en la movida 20ª– se diera el gustazo de liberar el peón avanzado y lo coronara. Se suspendió en posición que no le brinda mucha resistencia. [Carlos Federico Juárez, Crítica, 7 de junio de 1953]

Carlos Guimard (I)

Brillante demostración técnica de Reshevsky. Najdorf, sin esperanzas

Una excelente demostración de técnica realizó el maestro Reshevsky en esta partida. Ha suspendido el juego en posición tan favorable, que su triunfo no se discute. Como en la 1ª partida, inició el juego con PD, y ante la misma Defensa India del Rey, prosiguió exactamente como en aquel juego, hasta la jugada 10ª, en que Najdorf cambia el curso con 10...R1T, que parece brindar mayores posibilidades. En el movimiento siguiente, Reshevsky cierra el centro, dispuesto a jugar en los flancos. Para contener un posible ataque, realiza una profunda maniobra que le permite cambiar piezas en el sector del rey, eliminando la posibilidad de un ataque adversario. Cumplida esta primera fase de su plan general, se dedica con exactitud matemática a explotar su ventaja de espacio en el flanco dama. Si observamos el tablero, las razones de superioridad del blanco son evidentes: mejor coordinación de sus fuerzas, ventaja de espacio, ataque de la infantería, y el A3R muy superior –ataca– al A2C –limitado en su acción por sus propios peones–. Son motivos más que suficientes para fundar ambiciones, y es lógico que Reshevsky rechazara el ofrecimiento de tablas. Con una maniobra precisa, ganó una pieza en la jugada 40ª, y Najdorf tiene como compensación un peón. Su posición es absolutamente perdida. [Carlos Guimard, La Razón, 7 de junio de 1953]

Carlos Guimard (II)

Alta calidad técnica ofrece en su desarrollo la 3ª confrontación

Lo que nos está mostrando este memorable match tiene un doble significado. Por una parte, el valor teórico de las partidas, y por otro, ese espíritu de lucha de que hacen gala ambos maestros. En la primera, los ofrecimientos de tablas fueron rechazados, y en la 2ª, la posición compleja alejaba la cualquier posibilidad de un apacible resultado. Se juega con decisión, con coraje, y ninguno de los dos adversarios se tiene miedo. [Carlos Guimard, Democracia, 7 de junio de 1953]

Carlos Guimard (III)

Reshevsky tiene ventaja posicional sobre NajdorfAl llegar a la 8ª jugada, mientras Najdorf pensaba la jugada correspondiente, reshevsky se paseaba parsimoniosamente por la amplia sala, lanzando de tanto en tanto una mirada al tablero. Instalado nuevamente en su sillón, el norteamericano, a su vez, pensaba, y Najdorf, no pudiendo dominar sus nervios, salía de la sala y se mezclaba entre el público, sin hablar. Llegada la partida al medio juego, Reshevsky no se movió de su sillón, y mientras Najdorf pensaba su jugada, hamacaba los pies, que no le llegaban al piso, a la vez que constantemente miraba el reloj, no obstante haber, ambos jugadores, cubierto casi 20 jugadas en la mitad del tiempo. [Carlos Guimard, Democracia, 8 de junio de 1953]

Carlos Guimard (IV)

Fallas en la India del Rey de Najdorf

Me pregunto por qué en la 3ª partida Najdorf entró en el mismo planteo que en la 1ª, con la India del Rey. Por supuesto, Reshevsky, no satisfecho con su continuación, cambió en la jugada 11ª, resolviéndose por el bloqueo del centro para especular con su dominio en el flanco dama. Al parecer, Najdorf estimó que su ataque sobre el rey podía vigorizarse, pero su rival no le dio la más mínima chance. Me dijeron que Najdorf tenía un análisis más, cuando meditó nada menos que 40 minutos para responder a 14.P3A con 14...PxP. Consideré que esta réplica sencilla no estaba en sus estudios. Y en efecto, fue una sorpresa. Algo simple que dejó al norteamericano sin inquietudes, y con el plan claro basado en su presión con los peones en el flanco dama, que consolidó después. En síntesis, Najdorf debió entregar una pieza, y suspendió en posición claramente perdedora. [Carlos Guimard, Mundo Deportivo, 11 de junio de 1953]

Paulino Alles Monasterio

El mural del frío

Ha florecido en cientos de aficionados el tablero gigante puesto en la calle Solís, junto a la puerta de entrada del Salón de Actos Presidente Perón de la Caja Nacional de Ahorro Postal, cuyo presidente tuvo la iniciativa de mandarlo a hacer en 24 horas en los talleres de la institución. Era imprescindible que se atendiera de algún modo la enorme expectativa de los que se quedaban aguardando noticias, una vez colmada hasta lo imposible la capacidad del salón. Y el tablero callejero tuvo sus comentaristas y el público premió con aplausos sus glosas sobre la estrategia que desarrollaban los maestros. Jamás tuvieron nuestros comentaristas un auditorio más entusiasta ni un aplauso más caluroso, que los compensara del viento frío que del sur viene por la calle Solís en este mes de julio. [Nota de Paulino Alles Monasterio en PBT nº 874 del 19 de junio de 1953] Reshevsky 2:1 Najdorf

4ª partida, 7 de junio de 1953

(4) Najdorf,Miguel - Reshevsky,Samuel Herman [E56]
Buenos Aires match Buenos Aires (4), 1953
[Juan S. Morgado]
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.e3 0–0 5.Ad3 c5 6.Cf3 d5 7.0–0 Cc6 8.a3 dxc4 9.Axc4 Aa5 10.Dd3 a6 11.Td1 b5 12.Aa2 Ab7 13.dxc5 [13.Dc2 cxd4 14.exd4 Ce7 15.Ce5 Tc8 16.Dd3 Ced5÷ Nikolac,J-Karaklajic,N/Sarajevo; 13.Ab1 cxd4 14.exd4 Ce7 15.Cg5 Cg6 16.Dh3 Axc3 17.bxc3 Dd5 18.Te1 Tac8 19.Ad2 Db3= Najdorf,M-Reshevsky,S/Mex/NY/Salvador] 13...Axc3 [13...Dxd3 14.Txd3 b4 15.axb4 (¹15.Ca4²) 15...Axb4 16.Ad2 Axc5 17.Ca4 Ae7= Wexler,B-Gligoric,S/Mar del Plata] 14.Dc2 De7 Reshevsky utilizo mucho tiempo para su proxima respuesta. 15.Dxc3 Tfd8 16.Ad2 Ce4 17.Dc2 Cxc5 18.Ae1 Tac8 Aqui Reshevsky propuso tablas, que Najdorf rechazo. 19.Tac1 Ca4 20.Ab1 g6 21.De2 Txd1 22.Txd1 Td8 23.Tc1 Cb6 24.h4 h5?! [24...Dd6 25.e4 Cc4 26.Ac3 C6e5 27.Ab4²] 25.Cg5 Cd5 26.f4 Cf6 27.b4 Cd5 28.Df2 a5 29.Dg3?! [29.e4 Cf6 30.Db6 axb4 31.axb4 Cg4 32.Cf3‚] 29...axb4 30.axb4 Cf6 [30...Cdxb4 31.Cxf7 Dxf7 32.Axg6 Dg7 33.f5 Cd5 (33...exf5? 34.Ac3±) 34.fxe6 b4 35.e4 Cde7 36.Af7+ Rh7 37.Tc5 Dxg3 38.Txh5+ Rg7 39.Axg3©] 31.Ac3 Cg4 32.De1 Tc8 33.Td1 [33.Ae4 e5 34.Af3 Td8÷; 33.Ac2 Dc7 34.Ad1 Cxb4 35.Ab2 Dd8 36.Txc8 Axc8 37.Axg4 Cd3™ 38.Dc3 Cxb2 39.Axe6 (39.Axh5 f6„) 39...Axe6 40.Cxe6 fxe6 41.Dxb2 Dxh4 42.Dxb5 De1+=] 33...Td8 34.Tc1 [34.Ac2²] 34...Tc8 35.Ac2 [35.Ae4 sugerida por Celaya en Noticias Gráficas, indicando que las blancas mantienen la ventaja. Sin embargo, los análisis muestran que las negras no están peor. Por ejemplo: 35...Cd8 (O bien 35...f6 36.Cf3 Rf7÷; Si 35...e5?! 36.Td1 exf4 37.exf4 Cb8 38.f5ƒ) 36.Ad3 e5 37.fxe5 Cxe5 38.Axb5 Cg4÷ (38...Axg2!?) ] 35...Cb8 36.Ad3 Ca6 37.Ac2 [37.Af1 e5 38.fxe5 Cxe5 39.Ad4 Txc1 40.Dxc1 Cg4 41.Axb5 Dd6„] 37...Dd6 38.Ad1 Dd3 39.Ad2 [39.Axg4 hxg4 40.Rh2÷] 39...Td8 [39...Txc1 40.Axc1 Cxb4 41.Axg4 hxg4 42.Dxb4 Dd1+ 43.Rh2 Dxc1 44.Dd6 Dc6 45.Dd8+ Rg7 46.e4=] 40.Axg4 hxg4 Suspendida [40...Dxd2 41.Dxd2 Txd2 42.Af3 Axf3 43.gxf3 Td7 44.Ce4 Rf8 45.Rf2 Cxb4 46.Tb1 Cd5 47.Txb5 Ta7³] 41.Ac3 Tc8 42.Rh2 Tc4 43.Aa1 Cc7 [43...Cxb4? 44.Td1+-] 44.Dd1 Dxd1 45.Txd1 Ac6 46.Td8+ Ce8 ½–½
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Carlos Federico Juárez

El humo y las propuestas de tablas

He leído en alguna parte que Najdorf se queja de las propuestas de tablas de Reshevsky. ¿Es cierto? No lo sé. Pero, haya ocurrido o no la cuestión, aunque se repita, tiene poca importancia. Najdorf debe estar por encima de sus propios nervios, sólo en esa forma evitará que hechos comunes en una partida, y que nada tienen que ver con ella, lo afecten al punto de obnubilar su propia imaginación. En este sentido, tampoco debe molestarlo el humo de los cigarrillos que fuma nuestro visitante. Quiero analizar menudos detalles para liberar el juego en sí, y darles su real categoría a los resultados, pues como ajedrecista estimo que sólo a través de ellos podemos tener una apreciación justa del match. (...) El día anterior, Reshevsky le propuso a Najdorf que abandonara la 3ª y dieran por tablas ésta. Y él no aceptó. ¡Mucho había visto Reshevsky el final cuyo empate solicitaba! Las apariencias eran muy engañosas, y en realidad el final en discusión era bastante favorable para el campeón argentino. Algunos análisis revelan que las negras tienen dificultades para aspirar a una división del punto, y a la menor vacilación se imponen las blancas, cuyas piezas armonizan y exponen al mate al rey de Reshevsky. Hay golpes brillantes y de mucho efecto, y otros pausados, que conducen al mismo fin. Pero Najdorf, aún conociendo, como no dudo conocía las variantes, cambió su plan, y su continuación dio lugar a que el maestro norteamericano se asegurara las tablas. [Carlos Guimard, Mundo Deportivo nº 218, 18 de junio de 1953]

En las apariencias, Reshevsky llevaba las de perder ante Najdorf. Entonces, no tuvo mejor idea que complicarle la vida a Miguel, conversándole durante toda la partida. Así fue que, por lo bajo, le decía a su rival:

—Esto va para tablas, Najdorf—
Y cuando al maestro debía jugar nuevamente, le reiteraba:
—Tablas, ¿no?—
Y con esa reiterada insinuación de tablas llegó al límite de la paciencia de Najdorf, que bastante enojado, fue a quejarse al juez del match. Éste se acercó a la mesa, reprendió a Reshevsky, y le conminó a no seguir molestando a su adversario. Cumplido el reto por parte del árbitro, Najdorf volvió a la mesa, y no alcanzó a abocarse nuevamente al juego, cuando Reshevsky le espetó:

—¡No sabía que fuera usted alcahuete!—
Bueno, imagínese que Najdorf no sabía ya qué hacer, y era tal su estado nervioso, ¡que la partida concluyó en tablas!
Luego lo encontré, y comentando el caso, Najdorf me confesó:
—Tablas no fue todo. En esta partida me hizo adelgazar siete kilos— [Anécdota contada por Carlos  Federico Juárez, el Negro, Goles nº 1227 del 11 de septiembre de 1972]

Amílcar Celaya

¡Qué magnífica partida jugó ayer Najdorf!

Sin embargo, a pesar de lo magníficamente bien que jugó Najdorf, la ha suspendido en posición posiblemente inferior. ¡Así es de ingrato el ajedrez! Después de haber llevado la iniciativa desde la 1ª jugada, después de haber rechazado dos ofrecimientos de tablas, después de hacer vibrar a la concurrencia que colmó los salones de la entidad organizadora, de emoción y entusiasmo, una vacilación –¡una sola!–, apremiado Najdorf, como se hallaba, por el reloj, permitió a Reshevsky asumir la dirección de los acontecimientos, que el talento de su adversario le había negado siempre. Acababa el Campeón Argentino de hacer la jugada 19ª, y Reshevsky ofreció tablas. Najdorf las rechazó, molesto, y salió del salón donde se disputaba la partida. En esa oportunidad nos dijo:

—¿Cómo me ofrece tablas, llevando prácticamente un punto de ventaja en el score, y estando yo hoy un poco mejor. Me ha puesto nervioso—
El doctor Castells Méndez, Director del encuentro, se acercó a Reshevsky y le recordó que, de acuerdo con las condiciones estipuladas que habían firmado ambos adversarios, estaba prohibido ofrecer tablas antes de las 25 jugadas. Se excusó Reshevsky:
—¡Sorry!—
Najdorf llevaba, en realidad, ventaja, pero ella era tan pequeña –la pareja de alfiles y el debilitamiento de las casillas negras de su adversario, contra un poderoso, en potencia, alfil blanco de Reshevsky– que parecía imposible materializarla. Entonces fue cuando el Campeón Argentino se lanzó a un formidable ataque combinado en ambos flancos, que obligó al maestro norteamericano a hacer jugadas únicas y de una precisión extraordinaria para que no se derrumbase su partida. Najdorf, nervioso, parecía un poseso, y no daba tregua a su rival. Dejó abandonado el PCD, que Reshevsky se guardó muy bien de capturar, amagó el sacrificio de un caballo sobre el enroque enemigo… ¡Y Reshevsky volvió a ofrecerle tablas! El Campeón Argentino saltó de su asiento, y respondió:

—¡Por favor, no vuelva a ofrecerme tablas nunca más!—
Pero el reloj continuaba su marcha inexorable, y a Najdorf le faltaba hacer seis jugadas en dos minutos. Y fue entonces cuando, vacilante, respondió 35.A2A? Llevó la mano al alfil blanco, y la volvió a retirar, pero el reloj no esperaba, y se decidió por este movimiento tímido y restringido. ¡La timidez en el último minuto, el minuto fatal, cuando todo el resto de sus maniobras había sido de una audacia sin límites! Si Najdorf hubiese jugado ese alfil dos casillas más adelante, 35.A4R, habría mantenido la superioridad de su posición, y quizás, ganado la partida. Después, Reshevsky asumió, por fin, la iniciativa, y un hálito de tragedia desnudó los rostros de los aficionados, porque pareció que el maestro norteamericano había volcado completamente las acciones a su favor. Felizmente, la justicia, que también existe en ajedrez, ha hecho que esa ventaja, si es que existe, no sea tan decisiva como pareció en un principio. Después que Reshevsky selló su jugada secreta, le preguntamos sobre las perspectivas de la partida.

Contestó:
—Tengo una posición ligeramente superior—
Najdorf se lamentó así:
—¡Qué buena partida he jugado! Me equivoqué, pero no creo que esté perdido— [Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, 8 de junio de 1953]

La Prensa

Acciones violentas

Correspondió iniciar el juego al argentino, quien lo hizo con la apertura de Peón Dama, respondiendo Reshevsky con la Defensa Nimzoindia. El desarrollo fue igual al de la 2ª partida hasta la jugada 9, en cuyo momento las negras siguieron lo mismo que en la 17ª partida del anterior encuentro que ambos maestros disputaron el año pasado. Pero al llegar a la 14ª movida, Najdorf realizó una novedosa y elegante maniobra que le asignó posición preferible. Pocas jugadas después, en la 18ª, Reshevsky propuso el empate, pero Najdorf no aceptó. Siguió la lucha y las blancas obligaron al adversario a debilitar su posición del sector rey, y luego avanzaron resueltamente el peón torre rey en procura de ataque sobre el enroque. Las acciones se tornaron sumamente violentas, siempre con perspectivas favorables para Najdorf, pero en la parte final, cuando ambos jugadores tuvieron que efectuar varias jugadas apremiados por el reloj, el juego cambió fundamentalmente, pues fue el argentino quien tuvo que defenderse con cuidado, suspendiéndose la partida en situación favorable para el norteamericano. Tanto este encuentro como el anterior serán continuados mañana por la noche, mientras la 5ª partida se jugará hoy en el salón de actos Presidente Perón de la Caja Nacional de Ahorro Postal. [La Prensa, 8 de junio de 1953] Se declaró tablas seis jugadas después. Reshevsky 2½:1½ Najdorf

5ª partida, 8 de junio 1953

(5) Reshevsky,Samuel Herman - Najdorf,Miguel [E59]
Buenos Aires match Buenos Aires (5), 1953
[Juan S. Morgado]
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.e3 c5 5.Ad3 d5 6.Cf3 0–0 7.0–0 Cc6 8.a3 dxc4 9.Axc4 Axc3 10.bxc3 Dc7 11.a4 e5 12.Aa3 b6 13.Dc2 Ag4 [13...e4 14.Cg5 Ca5 15.Aa2 Ab7= Boleslavsky,I-Kondratiev,P/Sverdlovsk; 13...Ab7 14.Df5 e4 15.Cd2 Tad8 16.Dg5 Ca5 17.Aa2 Tfe8 18.Dg3 Dc6÷ Najdorf, M-Reshevsky,S/Buenos Aires] 14.Cg5 Ca5 15.Aa2 Ah5 16.f4 exf4 17.Txf4 Ag6 18.Df2 Tae8 19.Tf1 h6 20.Cf3 Aqui Reshevsky ofrecio tablas, rechazadas por Najdorf. 20...Ad3 21.Td1 Ce4 [21...Ac4 22.Txf6 Axa2 23.Tf4 Ab3³] 22.Db2 Ac4 23.Ab1 Ab3 24.Te1 Ad5 25.Ad3 Cc4 26.Axc4 Axc4 27.Cd2 Ad3 28.c4 f5 29.Db3? Al llegarse a la movida 29|_, pudo Reshevsky efectuar un cambio de piezas que dejaba la partida en situación claramente equilibrada, pero su jugada 29.D3C constituyó un serio error que pudo costarle el punto. Sin embargo, no fue así, pues Najdorf, con lamentable ofuscación, aceptó dar por terminado el juego con una división de honores. En ese momento el argentino pudo jugar 29/\P4CR, ganando la calidad y siguiendo la partida con mejores posibilidades para él, pero lo más lamentable es que también disponía de la variente 29/\CxC 30.DxA TxT 31.PxD TxT+ 32.R2A T8D!, o bien 29/\CxC 30.DxA DxT 31.DxC D5R, en ambos casos con ventaja de una torre para las negras, a cambio de una pieza menor. En este momento ambos jugadores están iguales, con una victoria por bando y un empate, pero las dos partidas suspendidas favorecen al norteamericano, dado que mientras la tercera está ganada por él, la cuarta es sumamente difícil, aun cuando existen para Najdorf algunas perspectivas de triunfo, de acuerdo a los análisis efectuados después de la suspensión. [La Prensa][29.Db3 g5 (29...Cxd2 30.Dxd3 Dxf4 31.exf4 (31.Dxd2 De4µ) 31...Txe1+ 32.Rf2 Td1µ) 30.Txf5 Txf5 31.Dxd3 De7‚]  ½–½
[Haga clic aquí para reproducir la partida...]

Carlos Guimard

¡Najdorf no vio que ganaba!

Los nervios le jugaron una mala pasada al campeón argentino. Con todo, los nervios son suyos, y no de Reshevsky; a él corresponde dominarlos para evitar los accidentes lamentables como éste que vamos a relatar. Se había jugado un planteo de PD Nimzoindia, el tema más vapuleado en el match, y Reshevsky maniobró con sutilezas, obligando a Najdorf a extremar sus respuestas, pero sin que se dejara de sentir la presión que a la distancia ejercía aquél con sus poderosos alfiles. Resulta ingenioso cómo Najdorf se libera de esa situación mediante el zigzag de su alfil, que pasa el flanco rey al flanco dama, para apagar a sus colegas, logrando arribar a una posición de empate, verdadero triunfo estratégico. En eso posiblemente meditaba él cuando se arribó a la jugada 29.D3C? de Reshevsky, en la que éste le propuso tablas.

Aunque parezca increíble, en este momento el Campeón Argentino, luego de pensar 20 minutos, se levantó y tendió la mano a su rival, decretando automáticamente la división del punto. ¿Por qué increíble? Pues, señores, Najdorf tiene a mano inmediatamente dos caminos para ganar: uno con la ganancia de calidad mediante P4CR, y otro más directo y contundente, inmolando su dama por las dos torres, para dejar a Reshevsky al borde del abandono. Veamos la variante que fulminaba a Reshevsky: 29.D3C? –antes, simplemente con 29.CxC él aseguraba las tablas– CxC 30.DxA –la opción 30.D1D brinda más resistencia, pero también lleva a un final perdedor– 30...DxT 31.PxD TxT+ 32.R2A T8D!! amenazando dobles en 7AR y 6AD si se juega R2R, y a cualquier otra el C5R+ y TxP ganando. ¡Esto no lo vio Najdorf! Y en el salón de actos Presidente Perón todos esperábamos ansiosos esta maniobra, cuando dio tablas. Provocó asombro y consternación. Mayor fue la sorpresa y dolor del campeón argentino. [Carlos Guimard, Mundo Deportivo nº 218, 18 de junio de 1953]

La Prensa

Lamentable ofuscación de Najdorf

Reshevsky inició con el Peón Dama, y el argentino respondió con la Defensa Nimzoindia, en vez de hacerlo con la India del Rey, como hasta ahora. Una vez completado el planteo, las blancas ubicaron un par de alfiles convenientemente para presionar sobre los puntos débiles del adversario, y más tarde abrieron la columna de alfil rey de las negras. Najdorf eludió los peligros con varias jugadas ingeniosas, y la lucha se tornó bastante compleja. Después de 20 jugadas, Reshevsky propuso dar por tablas la partida, a condición de declarar también tablas la que el día anterior había quedado suspendida y que Najdorf abandonase la suspendida de la 3ª ronda, que está de todos modos suspendida en posición ganadora para el norteamericano. Najdorf rechazó la oferta por estimar que la 4ª partida ofrece para él todavía buenas perspectivas. El juego siguió en forma bastante complicada, tratando las blancas de hacer valer la mayor movilidad de sus piezas, pero Najdorf se defendió con acierto y buscó empeñosamente contrajuego. Al llegarse a la movida 29ª, pudo Reshevsky efectuar un cambio de piezas que dejaba la partida en situación claramente equilibrada, pero su jugada 29.D3C constituyó un serio error que pudo costarle el punto. Sin embargo, no fue así, pues Najdorf, con lamentable ofuscación, aceptó dar por terminado el juego con una división de honores. En ese momento el argentino pudo jugar 29…P4CR, ganando la calidad y siguiendo la partida con mejores posibilidades para él, pero lo más lamentable es que también disponía de la variante 29…CxC 30.DxA TxT 31.PxD TxT+ 32.R2A T8D!, o bien 29…CxC 30.DxA DxT 31.DxC D5R, en ambos casos con ventaja de una torre para las negras, a cambio de una pieza menor. En este momento ambos jugadores están iguales, con una victoria por bando y un empate, pero las dos partidas suspendidas favorecen al norteamericano, dado que mientras la 3ª está ganada por él, la 4ª es sumamente difícil, aun cuando existen para Najdorf algunas perspectivas de triunfo, de acuerdo a los análisis efectuados después de la suspensión. [La Prensa, 9 de junio de 1953]

Carlos Federico Juárez

¡Increíble! Najdorf dio por tablas una partida que pudo ganar brillantemente

En el salón, los únicos que no vieron la variante fueron Najdorf y Reshevsky. Peor fue lo que le ocurrió una vez a Flohr, porque firmó tranquilamente abandonando la partida, ¡cuando la tenía ganada! No vio una sola movida, sencilla, clarita, y no la vio por tenerla a 20cm de su nariz. Todos nos equivocamos; no hay excepciones. Traemos esto con motivo de dos episodios, dudoso el uno, seguro el otro. Najdorf y Reshevsky tienen partidas suspendidas, la 3ª y la 4ª, que continuarán hoy a las 19 en el Club Argentino. Con respecto a la primera, el Campeón Argentino está perdido,  y puede abandonar sin reparos. El problema se plantea en la otra, aquella en la que señalamos que Najdorf tenía serias dificultades. Los análisis, al parecer, demolieron las apariencias, y en la búsqueda de réplicas renació el optimismo de Najdorf. Anoche nos informó:

—Reshevsky me ha hecho una propuesta que rechacé. Quiere que le abandone la 3ª partida y que declaremos tablas la 4ª—
—¿Razones, maestro?—
—Tenía tiempo para hacerme esta propuesta después, y no antes de la partida. Por otra parte, supone una imposición que no admito, y en la 4ª él no tiene más que tablas. ¡Y si alguien está mejor, soy yo!—
Y ahora vayamos a la partida de anoche. ¡Increíble! Najdorf dejó escapar la victoria. ¿Qué le pasó? Posiblemente sus nervios y la propuesta de Reshevsky lo confundieron. Al llegar a las jugada 29.D3C?  de las blancas, se conmovió el salón, y en uno y otro costado brotaban los comentarios. ¿Qué pasaba si Najdorf ganaba la calidad? ¿Qué pasaba con el brillante sacrificio de la dama por las dos torres? El maestro Pilnik, que comentaba la partida en el vestíbulo –y antes que el Director, doctor Rafael Castells Méndez– daban todas las variantes como absoluta e inexorablemente ganadoras. Reshevsky estaba perdido. Pero Najdorf meditaba en el escenario, mientras hasta las damas ajedrecistas veían en sus tableritos de bolsillo cómo podían vencer. Se vio a Reshevsky lanzar una cortina de humo sobre el tablero, y a Najdorf protestar con un gesto. El yanqui escondía en su tranquilidad toda inquietud. Una jugada antes pudo hacer tablas.

¿Qué veía? Pues, veía la pérdida de calidad, y no le gustaba nada el asunto. Por eso habría propuesto el empate. Y Najdorf seguía pensando; 5 minutos, 10, 15. A esa altura, hasta los empleados de la Caja Nacional de Ahorro Postal, gentiles y cordiales, que no saben jugar, estaban enterados que Najdorf iba a ganar. Lo sabían todos. Y todos creían que el Campeón, sin ningún apremio de tiempo, analizaba esa variante. Pero, desgraciadamente, analizaba otra cosa. ¡No había visto el sacrificio de dama! Esa maniobra: 19...CxC 30.DxA DxT 31.PxT TxT+ 32.R2A T8D!, amenazando a cualquier respuesta C5R!, porque la torre no se podrá tomar por el doblete de caballo, lleva a un final perdido. ¿Qué meditaba Najdorf?

Cegado por los nervios, daba saltitos en la silla, acercaba su cabeza a las piezas, y buscaba algo con la ganancia de calidad. ¡Y no le gustó! Por eso, y con inmensa y dolorida sorpresa para el público, se levantó , habló con Reshevsky, y le dio la mano. ¡Acababa de declarar el empate! ¡Increíble! Los espectadores no salían de su asombro. El doctor Castells Méndez encabezó el grupo de espectadores que invadió el escenario. Se acercó a Reshevsky, y reprodujo la variante en el tablero. Espantado, helado, el maestro levantó su diestra al cielo, la bajó, acarició su cabeza, y luego estrechó la mano del Director del certamen, diciéndole:

—¡Lo felicito! ¡No la vi!—
Cuando se lo dijeron a Najdorf, dijo lo mismo:
—¡No la vi! Sí, sí, gana enseguida!—
¡Demasiado tarde! Una lástima, pues jugó maravillosamente para salvar las dificultades del planteo, y dio vuelta una partidas difícil. El comentario de los aficionados continuó en Plaza Congreso, hasta que se dispersó ese grupo que discutía acaloradamente, apilándose en torno a un caballero armado de un modesto tablerito de ajedrez.  [Carlos Federico Juárez, Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, 9 de junio de 1953]

Najdorf tiene obligación de jugar para ganar. Con las negras, no titubea en plantear la Defensa Nimzovich, arma favorita de su rival. La partida queda planteada en forma difícil. Hay gran movilidad de fuerzas por ambos bandos, con incursiones en los sectores enemigos. Es de alto vuelo la concepción estratégica, que exige una precisa ejecución. En ese ritmo continúan desenvolviéndose las acciones, penetrando en forma aguda las fuerzas de Najdorf en el campo enemigo, hasta concretar amenazas directas, y cuando se esperaba el fruto de esa labor, en la jugada 29ª Reshevsky ofreció tablas por 2ª vez en el curso de la partida, y ante el asombro general, Najdorf aceptó, precisamente en el momento en que con una sola jugada aseguraba ventaja suficiente para triunfar. Najdorf ha dejado pasar la oportunidad de obtener una brillante victoria. [Carlos Guimard, Democracia, 9 de junio de 1953]

Amílcar Celaya

Najdorf podía ganar de dos maneras distintas... ¡y aceptó tablas!

Es lamentable lo que ocurrió ayer en el Salón de Actos Presidente Perón. Juraríamos que fue un éxito a todo trapo de la camándula. Después de haberle dicho Najdorf a Reshevsky en la noche anterior, mientras se estaba disputando la 4ª partida del match por el Campeonato Mundial de Occidente, ¨¡Por favor, no me ofrezca tablas nunca más!¨, ayer el maestro norteamericano no hacía otra cosa que ofrecerlas. ¡Negocio en vez de ajedrez! Reshevsky empezó, por lo pronto, antes de comenzar la partida, con una propuesta rarísima: que se resolvieran por convenio, y no sobre el tablero, las partidas 3ª y 4ª, que se hallaban suspendidas, y la 5ª, que todavía no se había iniciado. Najdorf abandonaría la 3ª, y se declararían tablas las otras dos. El Campeón Argentino no aceptó, y nos dijo después, comentando esta desusada proposición:
—¡Estamos jugando partidas de ajedrez, y no haciendo comercio!—

Más adelante, habiendo llegado el desarrollo de la 5ª partida a una posición equilibrada, Najdorf propuso, a su vez, que se declarara empatada. Reshevsky condicionó la aceptación de este empate a que también se declarase tablas la 4ª partida. ¡Otra vez la transacción, el comercio, el negocio! Aquí, en la Argentina, no se juega al ajedrez así. Finalmente, aconteció lo que ya es el colmo. Reshevsky ofreció tablas, no cuando a él le correspondía, sino en el turno de jugar de Najdorf, es decir, mientras éste estaba pensando, interrumpiendo el hilo de sus planes y combinaciones mentales. ¡Esto no se puede hacer! Y además, ofreció tablas cuando estaba perdido de dos formas diferentes. Algo parecido a lo que hizo en el torneo de Nueva York de 1951, la vez que, ante la sorpresa de todos los espectadores, propuso tablas al Campeón Holandés doctor Euwe, ¡una jugada antes de perder la dama! Najdorf, imposibilitado de concentrarse en el tablero, distraído por tantas y tan extemporáneas proposiciones, aceptó la inconcebible oferta. Y así fue tablas la 5ª partida, en el preciso instante en que el Campeón Argentino pudo haberla rematado en su favor. ¡de dos maneras distintas! No tiene precedentes el estupor que corrió por el salón de actos. Nadie quería creer lo que oía y veía. Todos los espectadores, aún los más iniciados, habían advertido, sino las dos maneras de ganar, al menos una; en cambio, el Campeón Argentino, perturbado por estas propuestas y contrapropuestas, no había previsto ninguna. ¡Era para morirse! (N. de la R.: Debemos indicar que es incorrecto lo que dice el periodista. Reshevsky no propuso tablas en forma incorrecta, ya que lo hizo luego de hacer su jugada, simultáneamente con la activación del reloj. Lo que no puede hacerse reglamentariamente es ofrecer el empate antes de efectuar la movida propia).

Esta tarde a las 19, en el Club Argentino, proseguirá la disputa de las dos partidas que han quedado pendientes: la 3ª y la 4ª. En cuanto a la 4ª, queremos dejar expresamente sentado, en resguardo de la seriedad informativa de Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, que mientras todos los órganos de prensa publicaron que Reshevsky había quedado en posición superior, nosotros admitimos, modestamente, que la posición era de tal complejidad que ¨sólo Dios sabía lo que iba a pasar¨. En efecto, no debe estar ella tan ganada por el norteamericano, por cuanto Najdorf —¡siempre timbero!— quiso jugarle 100 dólares a Bisno, manager de Reshevsky, apuesta que no se formalizó porque el propio Reshevsky le aconsejó a su amigo que no la aceptara. Esta es, precisamente, la partida que el maestro norteamericano ofreció tablas antes de comenzar, anoche, el 5º cotejo. (N. de la R.: ninguna de las otras crónicas periodísticas indica que Reshevsky haya ofrecido tablas en la 5ª partida antes de jugarse. Parece una exageración del redactor de la nota. Las dos siguientes crónicas aclaran la situación) [Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, 9 de junio de 1953]

La Nación
En la jugada 21ª, Reshevsky hizo una triple proposición a Najdorf: que abandonara la 3ª partida, y se declarasen tablas la 4ª y la 5ª. El Campeón Argentino rehusó cordialmente la proposición. [La Nación, 9 de junio de 1953]

Carlos Guimard (I)

Najdorf aceptó tablas justamente en el momento en que debía ganar

Va a comenzar el juego. Reshevsky cambia breves palabras con Najdorf antes de hacer su primer movimiento. Le propone tablas en la 4ª partida, y sugiere que abandone la 3ª. De esa manera, el de hoy podría ser un día de descanso. Najdorf rechaza enérgicamente, y nos asegura, no obstante la opinión general de que está inferior, que lo menos que obtendrá será el empate:

—Reshevsky debe jugar muy bien para salvarse—
Deseamos que así sea. La partida comenzó con la Apertura de Dama, y ante el asombro general, Najdorf responde con la Defensa Nimzowitsch, hasta ahora empleada por su rival, pero en la jugada 9ª cambia la variante y sigue con sus convicciones. Se complica extraordinariamente el juego. Reshevsky amaga un ataque que es bien contenido, reacciona Najdorf y asume la iniciativa, y ¡nuevamente otra propuesta!, esta vez más compleja que la anterior. Ahora Reshevsky propone tablas la partida que se está jugando, tablas en la 4ª, y que Najdorf abandone la 3ª. Nos imaginamos que nuestro campeón, al rechazar nuevamente el ofrecimiento, debe haber hecho una contrapropuesta: que las tres sean tablas. Pero nada trascendió al respecto, pues no hubo acuerdo, y las cosas quedaron como estaban. La posición de Najdorf mejoró notablemente, y obtuvo una posición ganadora, pero en el apuro de tiempo no la juzgó bien, y una nueva propuesta de tablas le fue fatal: la aceptó cuando tenía la partida ganada. ¡Qué lástima la oportunidad perdida por Najdorf, y cuánta importancia puede tener para el resultado final del match! [Carlos Guimard, La Razón, 9 de junio de 1953]

Carlos Guimard (II)

El aplomo y la tranquilidad del maestro visitante le salvaron de más de una situación crítica, y con ese optimismo tan natural en él, apremiado por el tiempo y todo, realizó aquellas jugadas que le brindaron más perspectivas, que planteaban siempre un problema. Najdorf, muchas veces, no soportó esa presión. Ejemplo claro lo tenemos en la 5ª partida. En el momento justo en que debía cosechar los frutos de sus esfuerzos, cuando ganaba en un par de jugadas, aceptó una oferta de tablas que, por otra parte, cada maestro tiene derecho de ofrecer cuando lo considera oportuno. [Carlos Guimard, Democracia, 11 de junio de 1953]  Reshevsky 3:2 Najdorf

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Copyright Juan Sebastián Morgado

El duelo Reshevsky vs. Najdorf en 1953

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