Con Ray y Gary Robson después del Panamericano

por ChessBase
04/11/2009 – Culminó hace unos días el Panamericano sub-2000 en Montevideo. En esta ciudad, el estadounidense Ray Robson, de 14 años, conquistó el torneo y su título de gran maestro. Durante estos últimos días, Robson participó en el Campeonato Mundial Juvenil en Puerto Madryn (Patagonia, Argentina) Marcel Blanchard ha pasado unos días con Ray y su padre Gary. "Este estadounidense con rasgos chinos y piel blanca ve más, mucho más que un jugador por debajo de 2400 Elo. Y por eso es GM a los 14 años y ha decidido, con el apoyo completo de sus padres, dedicarse al ajedrez por entero, como un profesional, concluye Marcel Blanchard en su relato-entrevista ilustrada...

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Con Ray Robson y su papá por Uruguay

Por Marcel Blanchard

Cuando le vi por primera vez... este chico tiene algo de Gata Kamsky. Es que parece un siberiano. Sucedió que su padre sirvió den las fuerzas de paz de los EE. UU. en el Pacifico y Ray nació en Guam 14 años atrás. Su madre es de Burma. Pero sus padres son chinos. Me cuenta el jugador argentino Tristán, que el GM brasilero André Diamand le dijo al oído: "Aquí el que salga segundo es el mejor entre las personas normales… todos sintieron la energía diferente… juega desde otro lado… hasta el GM brasilero lo sintió".


Ray Robson con el presidente de la FUA, Ing. Carlos Milans

Le miro por el retrovisor y ante algunas preguntas echa su cabeza hacia atrás y sonríe con frescura con sus ojos del este y sus dientes blancos. Por momentos es un niño por momentos es un adulto. Su papá es lingüista. Tuvo que abandonar la enseñanza secundaria porque en EE.UU., como en la mayoría de los lugares los profesores de secundaria cobran muy poco (30 mil U$ anuales) y no puede llevar el ritmo de viajes de Ray. Ahora da clases en la universidad.

Ray ha sido entrenado por Alexander Onishuk y ha participado en las clases de Kasparov en Nueva York. Gary me dice que él las encontró del todo ordinarias. Kasparov simplemente les puso a jugar partidas entre sí. Pero sin embargo cree que fue útil. La energía de haber estado en clases con Kasparov, cuenta en el proceso de su hijo Ray. Hablamos de que tan efectivos son los entrenamientos. Su padre concluye que en caso de su hijo, el valor reside no tanto en lo técnico que es factible de aprenderse de modo autónomo, sino en la influencia, en la energía psicológica que se capta junto al “grande”. Y por supuesto en la experiencia práctica en luchas reales, del maestro, en cómo se lucha el ajedrez en primera persona, poniendo todo en riesgo durante 4 o 5 hs.



El centro de Montevideo a través de las aguas del Río de la Plata

Gary me cuenta que en EE. UU. un GM "del montón", cobra en el entorno de U$S 2.500 semanales para entrenar a un alumno unas cuantas horas diarias. Ese es el bloque básico de venta y compra de servicios de entrenamiento por un GM en los EE. UU. actuales. Seguimos hablando con Ray mirándole por el retrovisor. Está investigando con la Francesa. Le comento que compré en Moscú los tomos de Khalifmann “e4. Como Anand”. Va en el tomo 12 y tiene uno dedicado por entero al sistema Winawer.

"Estuve con Khalifmann en Moscú cuando jugué el pasado Open Aeroflot", me dice Ray. Su padre me mira y me dice: "¿Ves lo que te digo? Hablas al azar de alguien, por ejemplo Khalifmann, él ya estuvo con él GM en Moscú, y eso gracias a su relación de entrenamiento con el GM Onishuk que fue quien le llevó. Ni su mamá ni yo fuimos. Se fue solo con Onishuk. Y tiene 14 años. Todo eso cuenta mucho en la con formación de su personalidad y fuerza ajedrecística". Seguimos conduciendo por la carretera uruguaya en silencio, pero seguimos pensando en el tema. Al menos Gary y yo, porque Ray parece ir disfrutando mirando las ondulaciones de la Banda Oriental.


En las escalinatas de la capilla de San Antonio

De golpe Gary me pregunta en obvia relación con el tema que sigue trabajando en nuestras cabezas:

"Cuanto te parece que le paga Carlsen a Kasparov?"
"Ni idea… Si me guió por el mercado ruso de seguro que mucho, muchísimo".
"Yo creo que millones".
"¿Millones de qué?, le pregunto.
"De euros".

Ray interviene desde el asiento trasero…

"Noooooooooo… ¡Imposible!"
"Es que no es Carlsen, quien paga", agrega el padre. "Deben de ser empresas e instituciones noruegas. ¿Sabes? Hace poco estuvimos con Ray en Noruega. Carlsen allí es un héroe nacional". Y ambos sabemos que Noruega, probablemente junto con Finlandia e Islandia son de los países con mejor calidad de vida del mundo, en todos los sentidos.


En Punta Ballena. Detrás uno de los referentes del este uruguayo para
los visitantes del país, la construcción arquitectónica del artista Carlos Paéz Vilaró.

"Qué estilo de juego es el tuyo Ray?"
Hecha su cabeza hacia atrás, entrecierra sus ojos y sonríe…Su papa me dice que nunca le ha hecho esa pregunta.
"Tengo mi propio estilo…"
Atoramos la risa con el padre. Pero lo está diciendo en serio.
"Bueno, pero en función de los clásicos, ¿como lo ubicarías?"
"Algo entre Kasparov y Fischer".
"¡Nifigá sibié!, les digo como dirían los rusos en su slang". De hecho Ray ha aprendido algunas palabras en ruso antes de ir a jugar en Moscú el Open Aeroflot en el Febrero pasado.
"¿Qué cosa de cada cuál?"
"A veces juego más parecido a Fischer, agresivo y sencillo. Y a veces más a Kasparov, agresivo y complicado".
"¿Qué libros utilizas para estudiar finales?"
"El de Dvoretski".
"Y de los clásicos cuál fue tu primer referente?"
"Capablanca".


Viktoria, Ray y Gary en las escalinatas que conducen a la Capilla de
San Antonio en la cima del cerro. Este pequeño templo fue realizado en 1912
y la estatua de San Antonio traída de Italia por inmigrantes.
El Santo se especializa en atender pedidos de mujeres para conseguir novio.


En el último campeonato nacional de EE. UU. salió en el puesto 12. Le ganó hace algún tiempo a Van Wely.

"¿Qué futuro te ves en los EE. UU."?
"Seré el numero 1".
" ¿Así de simple?"
"Sí. Debo superar a Nakamura, Kamsky y Onishuk". Y de golpe le vuelve el niño y dice: "Pro ellos son profesionales, yo no…"

Le digo que llegaron a ser profesionales después que fueran campeones, igual que le pasará a él. No al revés. Y la fuerza de la naturaleza jugará a su favor. Le tendrán miedo, como sucede con Carlsen. No se precisa hablar con los jugadores. Cualquiera que mire y sienta las fotos puede captar el tremendo respeto que todos, cada uno a su modo, le tienen a Carlsen, desde la mirada de admiración de Aronian, hasta la mirada osca de Topalov (en China ni le mira a los ojos al estrecharle la mano), todos reflejan lo mismo, respeto y más o menos encubierta admiración ante la fuerza destructiva y creciente, de la naturaleza, que va a por ellos, representada en Carlsen. Ray Robson tiene algo de eso. Aquí en el Panamericano muchos lo sintieron. Sintieron que él juega, no al ajedrez normal de nosotros los millones de amantes del juego.

Su padre nos cuenta que han estado juntos en NY City escuchando una conferencia de Noam Chomsky. "Le estrechamos la mano los dos", me dice con admiración Gary el profesor de lingüística. Ambos han traído a Uruguay tan solo una pequeña maleta roja, llena de libros y una mochila con un ordenador portátil.

En el invierno ruso pasado fue a Moscú con su entrenador Onischuk a jugar el Open Aeroflot. En noviembre próximo irá a Siberia a la Copa del Mundo. Le gusto mucho Rusia con nieve. Y aprendió los nombres en ese idioma de cada una de las piezas del ajedrez. Nos cuenta que en EE. UU., entre los mejores jugadores de ese país, se habla en ruso. De hecho es el idioma "oficial" que se utiliza en el equipo olímpico estadounidense. Ray se ríe y relata su asombro cuando vio un día en Nueva York que el GM Yiudásin no sabe hablar inglés o por lo menos no lo utiliza en público después de 15 años de vivir en EE. UU. Después de emigrar de Rusia, se hizo rabino y habla solo en ruso. No entiende cómo sobrevive. Hablamos del libro de Yiudásin “Mil años del mito del ajedrez”, que está editado en ruso y en donde el GM analiza y vincula campos inexplorados con gran penetración y lucidez.

Un día deambulamos horas por la reserva del Cerro Pan de Azúcar. Vamos mirando los animales autóctonos y conversando de muchos temas. Ray se retrasa especialmente en los gatos de monte y felinos. Su padre nos cuenta que tiene especial fascinación por ellos. Los Robson son unos estadounidenses fuera de los cánones que uno se espera.

Gary me cuenta que lejos de lo que podamos imaginar en EE. UU. no se ayuda económicamente en nada al ajedrez. Que ellos se lo deben de pagar todo. Le bromeo y le digo: no es un juego que vaya mucho con el estilo americano… Se lo digo con mordacidad rioplatense…lo capta y se ríe…Me dice: "Absolutamente de acuerdo. Ustedes son de raíz europea, se ve aquí, más… más interesados por las cuestiones humanistas, en EE. UU. la mentalidad pasa por otro lado. Y el juego del ajedrez es algo a lo cual los padres pueden enviar a su hijo a tomar clases como quien va a tomar clases de piano y luego a los 18, ya no, juego las cosas importantes. Cuando Ray dice “nada” lo dice en términos de la potencia que significa EE. UU. Pues le entregan a Ray en el entorno de los 30 mil dólares anuales para su desarrollo y viajes en torneos. Le pregunto si tienen un "plan de guerra" para hacerse con el titulo de los EE. UU. No lo tienen. Todo se ha dado sin darse cuenta. La situación los ha ido jalando en una espiral creciente, ascendente de vértigo y la vida de la familia ha cambiado en los dos últimos años.

"Fíjate, yo no soy ningún genio, ni su madre tampoco. Juego al ajedrez bastante mal. Pero ya a los 3 años le vi que tenía una inteligencia un tanto diferente. Aprendió a mover las piezas a los 3 años. A los 7 derrotó a su primer maestro. Y quiere dedicarse profesionalmente al ajedrez. De hecho se ha amparado en un programa para seguir sus estudios en su casa sin asistir a la escuela. En Uruguay, Ray ha sido tratado con gran cariño. Y sabemos que recordará nuestro país por siempre porque de aquí se llevo su título de gran maestro.

Ha terminado el Panamericano en Montevideo y en una semana deben volar a la Patagonia al Mundial sub-20. Mientras tanto quieren descansar en un lugar tranquilo. Nombres y banderas en el Panamericano sub-20 de Montevideo.



Para entender mejor una ciudad siempre es bueno verla desde arriba. Por eso nos vamos al Cerro de Montevideo. También me interesa que vean algunos barrios no tan "turísticos" de la capital. En la lejanía se ve el centro, más allá de la Bahía. "Arriba" de la mano de Gary en la foto, una pequeña mancha oscura, más alta, es la IMM debajo de la cual Ray se convirtió en GM de ajedrez. El nombre de la capital uruguaya se atribuye a la anotación dejada por marinos ibéricos al entrar en el Río de la Plata que quedaron como: “Monte VI de E a O”. Esto es cerro numero 6 contando desde el este al oeste”. Otra versión es que uno de los marineros de Magallanes gritó “¡Monte vi de eu!”. “¡Veo un cerro!” La ciudad fue fundada por los españoles entre 1924 y 1930 como una fortaleza militar para asegurar la contención del imperio portugués desde el actual Brasil.

Gary ha preferido Piriápolis antes que Punta del Este. Les llevo antes de salir en ruta, al Cerro de Montevideo. Una cuidad siempre se entiende mejor si se la ve desde arriba. Hay viento. Se ven los campos uruguayos hasta el horizonte. Y acorralada contra el mar la masa gris de la ciudad. Le señalo a Ray en la distancia el edificio de la Intendencia que se destaca de los demás. Allí abajo, nomás, obtuviste ayer la norma de GM, las calles se llaman 18 de Julio y Ejido. Por allá está el Brasil y sale el Sol. Y Ray señala al lado opuesto:

"Y por allá la Argentina". Les cuento que Uruguay quiere decir en lengua india guaraní “El río de los pájaros pintados”. Y que nosotros los uruguayos nos autodefinimos con orgullo como “Orientales”, por ser los habitantes de la banda al “oriente” del río Uruguay. Descendemos las calles del Cerro con sus nombres de países y ciudades, símbolo del Uruguay de inmigrantes y salimos hacia el Este recorriendo por entero la Rambla Montevideana, desde la Sudamérica hasta la República de México. Al pasar por Pocitos le señalo el Banco República donde está la Escuela Uruguaya de Ajedrez.

"Muchos de los jugadores uruguayos que jugaron el Panamericano eran de allí", -le digo a Ray. Aquellos muchachos con los que te tome una foto.
Un poco más allá de Kibón y paramos a comer chorizos de carrito. No se encuentran casi en ningún lugar del mundo. Al pasar por Carrasco a Ray le llama la atención el Hotel Casino. Y luego enfilamos hacia Piriápolis. Allí ningún hotel está funcionando. Todos preparándose para el verano. Encontramos al fin uno y les dejo. Ray ha jugado todo el torneo con un resfrío muy molesto.

Nos vemos en los días siguientes y recorremos la zona durante horas siempre conversando sobre los temas en común, China y los chinos, Rusia y los rusos, los idiomas, la educación, la lingüística, los EE. UU. y los estadounidenses, el Uruguay y los uruguayos, las diferencias culturales, y siempre de fondo, de a ratos pasando a primer plano, el ajedrez. Punta Colorada un día. Otro Punta Ballena y Punta del Este. Pan de Azúcar. Otra vez a Minas por entre las Sierras.

La conversación se desarrolla cada vez más intensa con Gary, el padre. Ambos hemos quedado vinculados con países extraños y lejanos a través de nuestras esposas y eso da mucho tema en común. Su mujer nació en Burma pero tiene sangre china. ¡Por eso Ray me parecía Gata Kamsky la primer vez que le ví en el Club Español! Los siberianos parecen mucho a los chinos.

En esos días llega mi mujer de Moscú y se suma a los recorridos y largas conversaciones diarias. Ray y Gary viajarán a Rusia apenas terminen el torneo en el sur de Argentina. Nos piden les ayudemos con algunas cosas técnicas. Será el Mundial de Khanty Mansyisk en Siberia. La película favorita de Ray es una obra de arte del director ruso Nikita Mijailkov filmada en la zona fronteriza de Rusia, Mongolia y China en los años soviéticos. “Urga”. La hemos visto hace 2 meses. Le recomendamos donde puede comprarla en Moscú en unas semanas, en la estación de Metro Bielorruskaya. Ray va detrás mío en el asiento . Le miro por el retrovisor, como escucha atento las conversaciones que sostenemos con su padre y de vez en cuando sonríe con sus ojos de almendra.


El viento arreciaba en las arenas de la Playa Brava en Punta del Este

Hablamos de libros de ajedrez. ¿Cuáles son los libros que ha traído consigo? Me dice: “ …algunos”, pero siento alguna reticencia. El padre me dice que tiene miedo de descubrir sus secretos. Le menciono libros que he leído o estudiado personalmente a ver cuál es su opinión. Los de Kasparov, “Mis geniales predecesores”, sí todos le han sido de gran utilidad. Los dos últimos de sus enfrentamientos con Karpov aún no han llegado a EE. UU.

"¿Y Robson? ¿Has leído “Los 7 pecados capitales?" Si lo ha leído.
"¿Lo encuentras útil desde el punto de vista práctico"? Ríe, piensa, como ido…con una expresión especial que luego le veré cuando este resolviendo una posición. "No. No me parece útil en lo práctico". Aunque esperaba la respuesta contraria, entiendo que le resulte así. El escocés Robson teoriza sobre el jugar y los procesos de pensamiento al hacerlo. Y si bien da consejos prácticos para los mismos procesos mentales no está clara su relación útil. Seguimos profundizando en el tema con el padre. Gary es lingüista y profesor y a ambos nos interesa mucho todo lo referente a la educación y las posibilidades de superación.

He llevado un libro que compré hace algún tiempo en Helsinki escrito por un israelí, Amatzia Avni: “La mente de los GM”. En él analiza y entrevista los GM Gelfand, Psakhis, Smirin, y otros jugadores israelíes de élite intentando decodificar el proceso de pensamiento con objetivos prácticos, más que académicos. Ray lo toma y lo empieza a leer. Pero como todo libro de ajedrez tiene partidas y posiciones. Y aún así Ray lee el libro como si estuviese leyendo una novela. Lo lee y reproduce en su mente. Seguimos con su padre la conversación y nos olvidamos de él. De repente recuerdo haber leído en un prólogo a “Mi Sistema” de Nimzowitch en ruso, escrito por Tal en el que cuenta que él leyó el libro, sin tablero. Gary me dice que así estudia las aperturas de los libros, leyéndolas y reproduciéndolas en su mente.

Ray y su padre hablan el idioma chino. De hecho hace un par de décadas Gary y la madre de Ray recorrieron a pie durante 3 meses los caminos de la China occidental. Gary la conoció en Filipinas cuando trabajaba de voluntario en los cuerpos civiles de paz.


Ray con el árbitro uruguayo AF Ruben Hipogrosso

Hablamos de cómo es mejor educar a un hijo con padres de dos culturas con idiomas diferentes. Me dice lacónico Gary:
"Cada uno de los padres le debe hablar naturalmente en su idioma. Al principio es un poco difícil para el niño. Luego hablará sin problema ambos idiomas". "¿Has oído algo respecto a que es bueno mezclar razas para la inteligencia de la descendencia?", le pregunto al padre pensando además en el hecho de que él y su esposa china son personas “normales” y su hijo es a todas luces algo fuera de lo normal, al menos en las habilidades que requiere el juego de ajedrez. "Si he oído. Creo que algo de cierto hay en eso. Es muy natural además".



Los muchachos de la Escuela Uruguaya de Ajedrez dirigida por el campeón uruguayo MI Bernardo Roselli, se fotografían con Ray. Todos ellos también participaron del Panamericano y varios están entre los jugadores más fuertes del Uruguay. En la foto, Augustis, Arrieta,  De Cuadro, Arcos, Robson, Carbone y Cóppola.

Y de ahí salto a otro tema con el que me dormí pensando la noche anterior:

" ¿Dime Gary, y después que Ray se gane el torneo nacional de los EE. UU?" Queda pensando. Por el retrovisor veo que Ray cambia su expresión distraída y sigue mirando los campos uruguayos pero sin mirarlos ya.
"Seguirá adelante".
"Pero haber ganado el torneo de EE. UU. le dejará muy cerca de…"
"Es que EE. UU. no está bien en el ranking mundial".
"Está bien, sí", agrega al instante desde atrás Ray. "Está cuarto."
"Entonces, después del puesto 1 en EE.UU, insisto para arrimarles al punto, acaso llegue a Linares o Dortmund o Wijk aan Zee…
"Sin duda", me dice muy seguro el padre. "De hecho jugará el próximo Wijk en enero 2010 en categoría 3.
"Así que esperan se coloque en el top mundial en algún momento"
"Sí. Fíjate, por ejemplo Nakamura, creo tiene 21 años, pero me da la impresión que ya alcanzó su techo. Muy alto. Pero lo alcanzó".
"A Carlsen no".
"Claro, a Carlsen no".
"Y a Ray tampoco.
"Absolutamente".
"Dime Ray, ¿sabes dar mate de alfil y caballo?"
"Sí."



En la ciudad de Minas. Les hablamos de quién era ese hombre representado ahí arriba en hierro, y quienes los otros 33 cuyos nombres están todos al pie del monumento en la piedra. Les cuento que de todas las que conozco en Uruguay, esa es mi estatua histórica favorita, por la dinámica que tiene. Normalmente las estatuas ecuestres son pasivas, estáticas. Está oteando las cuchillas, el enemigo desde allí se le viene encima y Lavalleja al frente de su gente se prepara a dar batalla sacando su sable. Gary se fija en el hecho de que difícil era sacar el arma de su vaina, dado su largo.

El último día le vamos a buscar y ambos están contestando con su laptop preguntas de revistas estadounidenses. Gary me mira y dice:
"No nos gusta nada contestar estas preguntas. Nos resultan en general algo tontas. Pero no nos podemos negar. Ray recibe apoyo económico de la FEUA". Le propongo a Ray una posición de mate en 3 que me ha tenido atado un buen tiempo. Se sienta en mi escritorio y se enfrasca en ella olvidándose de nosotros. Pasan unos 5 minutos y sigue sin encontrarla. El padre le dice: "Vamos amigo, ¡es tiempo de irse!"

Al otro día temprano en la madrugada vuelan a Buenos Aires y de ahí conectan a la Patagonia al mundial. Su madre se les unirá allí después de una serie de vuelos desde Florida. Están preocupados por el reloj que recibió de premio de la FUA. Tienen miedo que se rompa en el avión."Es lo que sucederá", le digo. Mejor hacerle una envoltura de cartón. Buscamos entre los restos de cartones de encomiendas y le hacemos una envoltura suficiente. Ha llevado todos los días su reloj de cuero de vaca, con gran cariño, de aquí para allá. Simboliza materialmente su titulo de GM conquistado en Montevideo.


En la lejanía el Cerro de las Animas, más a la derecha el Pan de Azúcar y en el valle la ciudad fundada por Piria a principios del SXX

Vamos ya en el auto a dejarle en el hotel en Montevideo para su última noche. Miro por el retrovisor y Ray esta en su posición típica con la cabeza echada hacia atrás apoyada en el respaldo del asiento. En otros lugares. Le miro al padre. Me dice: "Sigue aún trabajando en el problema"
"¿Así en el aire?" "Sí, le conozco la expresión de cuando esta “viendo”.

Llegamos al centro de la ciudad y es un caos de autos y calles cortadas por una de las últimas paradas antes de las elecciones nacionales del Uruguay. Al bajar del auto me dice Ray: "Encontré una defensa brillante". No entiendo su críptica frase. Está hablando de una variante del problema en la que encontró en el coche, sin el tablero delante: una defensa extraordinaria que invalida la variante, un movimiento defensivo del negro para evitar el mate en 3. Descargamos sus cosas. Y me dice cual es a su modo de ver la solución. Regreso a casa y creo encontrar la refutación. Se la envió por mail pues ya deben estar durmiendo. Al otro día me contestan desde la Patagonia, la refutación a mi refutación y a mi variante. Ray ha resuelto el problema “viendo” en su mente después de haber estado concentrado en él unos 5 minutos.



Mientras le preparamos una envoltura con cartón para el reloj de cuero de vaca que le regaló la FUA, Ray se enfrazca en la solución de un problema de mate en 3 de gran calidad. No le dará el tiempo a resolverlo allí en el escritorio donde tantas veces nos trenzamos en blitzes con el Taba y Genta. Seguirá pensando en él en el auto y lo resolverá "viéndolo" en su mente un rato después.

Me quedo reflexionando muchas cosas sobre el tema del “talento“ y las capacidades humanas. En particular las habilidades específicas que se requieren para jugar al juego del ajedrez. Concluyo, que sí , que existe claramente una cosa que se puede decir “talento innato” y no depende en lo absoluto del trabajo posterior. Por supuesto que si se trabaja se mejora. Es la sencilla habilidad de “ver”. Como un matemático o un físico “ve” una solución. Así de complejo y de simple. Otro tema es el que cada uno pueda superarse y mucho en su propia línea. Pero este estadounidense con rasgos chinos y piel blanca, “ve” desde otro lugar. Ve más, mucho más que un jugador sub 2400. Y por eso es GM a los 14 años y ha decidido con el apoyo completo de sus padres dedicarse al ajedrez por entero, como un profesional.

Nos despedimos y quedamos de vernos el año próximo en Siberia en las Olimpíadas. Para ello él se debe cargar con 7 jugadores de la final del campeonato estadounidense de modo de integrar el equipo olímpico. Dice que es bien posible lo logre.

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