Recordando a Carlos Torre Repetto

Para el recuerdo

Manuel López Michelone

México cuenta en su historia con cuatro grandes maestros: Carlos Torre Repetto, Marcel Sisniega, Gilberto Hernández y Juan Carlos González, este último nacido en Cuba pero residiendo en nuestro país desde hace mucho, ya quizás más de una docena de años. Evidentemente la poca cantidad con el máximo título de la FIDE sólo demuestra lo difícil que es obtener dicho pergamino. Se requiere de un nivel superior para acceder al mismo, amén de una constancia y trabajo en el tablero, tanto estudiando como jugando en los diversos torneos y campeonatos.

Hay que reconocer que pasaron muchos años antes de que México tuviese un gran maestro (después de Carlos Torre). La razón es que el ajedrez mexicano carece de mucho sustento y tradición, la cual se va haciendo poco a poco. Evidentemente también es claro que la fuerza de juego a nivel mundial se ha disparado, quizás gracias a los avances computacionales y a que se estudia el juego profundamente, y que hay mucha más gente que dedica su tiempo a desentrañar los misterios del tablero. Por ello mismo, tener acceso a tomar clases con algún gran maestro debiese ser un honor siempre.

Yo conocí a Carlos Torre ya hace unos 30 años cuando empezaba yo mis pininos en tercera fuerza. Era un pequeño pero ya sabía de las hazañas del viejo maestro. Recuerdo, como si fuese ayer, que pensaba en la lanzadera o molinillo, la partida que le ganara a Lasker en Moscú 1925. Ya Torre era un hombre mayor cuya coordinación motora le hacía algunas malas pasadas porque temblaba al mover las piezas. Hablaba pausadamente y creo que fue alrededor de 1975 cuando me tocó verlo en un Campeonato Nacional Abierto. Hablaba, lo recuerdo muy bien, “del señor Reti”, o “del señor Capablanca”, es decir, trataba a esos jugadores con un respeto que ya ha dejado de existir pero que en los años veintes era común tener.

Torre nació en 1904 y a los doce años se fue a Nueva Orleáns. En 1922 empezó realmente a destacar ganando numerosos torneos Nueva Orleáns (1923), Nueva York y Detroit (ambos en 1924). En 1925 dio el gran salto y con Marshall jugó en los torneos más difíciles y duros de Europa: Baden Baden (décimo de 21, pero delante de Reti, Spielman, Yates, Tarrasch, etc.), Marienbad (tercer lugar detrás de Rubinstein y Nimzowitch, Moscú (quinto/sexto, empatado con Tartakower). En 1926 gana el campeonato de México y queda tercero en el campeonato de Chicago, para enseguida retirarse, aludiendo a “contínuas crisis nerviosas”. Murió el maestro Torre el 19 de marzo de 1978.

Carlos Torre escribió un pequeño librito llamado “El Desarrollo de la Habilidad en Ajedrez”, el cual se publicó originalmente en ruso. De aquí esta frase del maestro mexicano: “El desarrollo de nuestra habilidad no consiste en que lleguemos a ser conocedores de las aperturas y diestros en los finales; por que no hay desarrollo sin armonía… Debemos empeñarnos principalmente en jugar todas las partes del juego igualmente bien, esto es, jugar al ajedrez”.

La FIDE le reconoció en 1977 el título de Gran Maestro a Carlos Torre y hurgando en mi disco duro encontré algo para el recuerdo: Una imagen escaneada de su título de gran maestro internacional, firmada –me parece– por el Presidente de la FIDE de ese tiempo, el Dr. y excampeón mundial Max Euwe. (por motivos que no entiendo, llegó a mis manos hace algunos años, y ahora comparto con todos los lectores de esta página).

Enlaces:

Torneo Carlos Torre Repetto in Memoriam

Artículos en la web española de ChessBase:

Ivanchuk, campeón del Carlos Torre Repetto in Memoriam 2004 (por Manuel López Michelone